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Tengo la sensación de que la inflación real es más alta que las cifras oficiales

O mi intuición me falla o sufro de paranoia inflacionaria, porque me parece que muchos precios siguen subiendo más allá de las cifras oficiales (una media de 2,5% o un poco más, en lo que llevamos de año, con 2,7% en julio y agosto). Lo veo en los hoteles, en los alquileres, en el supermercado, en los bares y restaurantes, en el chocolate, el café, la electricidad, el transporte combinado, los huevos, el pan, la leche, el queso, la verdura, las legumbres, los cereales, los plátanos y fruta fresca en general, pescado, aceites competencia del de oliva, la carne de res, el azúcar y los dulces, bebidas no alcohólicas, también el acero, el papel, algunos productos por la subida del IVA en 2025 y otros porque así lo han considerado o han subido de forma mundial como materia. Los aranceles norteamericanos también afectarán algunos productos tecnológicos, automóviles (aunque éstos ya han subido de forma independiente), etcétera. Es una sensación, pero como hace muchos años que observo el movimiento de los precios, tengo afinada la pituitaria. Después llegan los monetaristas y dicen que la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario, ¡hay que ver la cerrazón interesada que tienen algunos!

La cuestión es que los índices de precios modificables en el tiempo, no digo que estén amañados, pero que se pueden orientar hacia unos productos o hacia otros según interese en cada momento y por eso se suelen quedar obsoletos sin reflejar la realidad de los precios, porque es necesario componer una cesta de productos y servicios que es una muestra del total de productos y servicios en el mercado orientados a los bienes de consumo.

Tampoco hay que olvidar que en la historia de las entidades estadísticas que capturan los datos de precios, los operan y transforman en índices, han habido influencias, presiones y cambios de dirección técnica en tal de que las tasas salieran las que pretendía el gobierno de turno, siempre menores de las reales, claro. El caso que me viene a la cabeza es el argentino en el que se ha dictado la confirmación de la sentencia recientemente contra el que fue Secretario de Coordinación Técnica por abuso de autoridad a personal del INDEC en la causa por manipulación de datos en ese organismo encargado del cálculo del IPC, en tiempos de la presidencia de Néstor Kirchner (2006-2007). Está claro que si no puedes bajar la inflación, siempre puedes intentarlo a martillazos si el gobierno de turno no es de los que tienen demasiada ética. Eso, en el caso argentino que están acostumbrado a tasas inflacionarias altas y no tienen el gasto público referenciado al IPC en salarios a funcionarios y pensiones, imaginen las presiones que pueden haber si ese gasto público tan importante se actualiza con el IPC.

En el Reino Unido, la inflación a junio de 2025 se sitúa en el 3,6% -el Banco de Inglaterra también tiene un objetivo del 2%- que me parece una tasa más real que la de aquí. Su tasa de interés está más alta que la nuestra y en agosto bajó al 4%, la de la UE-BCE está al 2% en el tipo principal de financiación. Lo que habría que saber es qué economía está más parada si la del RU o la de la UE. Nuestra tasa de interés parece más adecuada para la lucha con una contracción económica que para la inflación y la del Reino Unido para lo contrario, pero me temo que van a converger.

La cuestión es que, queda claro que los precios suben por muchos motivos, pero que la emisión monetaria no es ni siquiera el principal, el menos por estos lares. Si van notando que con su salario o pensión -si están referenciados al IPC- sigue perdiendo capacidad de compra, es posible que la inflación real -seguramente porque no está bien recogida en el IPC que actualiza sus ingresos- ha sido más alta.

La inflación usa el IPC para determinar su nivel, pero el IPC es una muestra -como se ha comentado- de los productos de consumo típicamente de un hogar en el que no entra, por ejemplo, el precio de la vivienda aunque sí el alquiler. Tampoco entran los precios de los bienes de capital, que son reflejados en el IPP. Cuando sube el IPP, al tiempo, se traslada al IPC.

¿A ustedes qué les parece? Cómo han visto los precios este verano, tanto si han viajado como si se han quedado en casa. Cómo han visto el precios de las cervezas o del aperitivo. ¡Si es que la inflación se intuye en la calle y siempre sabemos también lo que han aumentado nuestros ingresos!

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