Déficit fiscal, Dinero, Emisión monetaria, Endeudamiento, Inflación- Deflación, MMT - Modern Monetary Theory, Política económica, Política fiscal, Política monetaria, Sistema Monetario

Francia quiere volver al equilibrio fiscal. ¿Los demás le seguiremos o pediremos el jubileo de la deuda?

El primer ministro francés -François Bayrou- ha declarado que Francia tiene que volver al equilibrio fiscal u otros lo impondrán, en alusión a lo que pasó hace años con algunos países de la UE que fueron intervenidos como el caso de Grecia y en menor escala España. Se huele el miedo a los hombres de negro claramente. Francia tiene una deuda del 106% del PIB (112% para final de año) y como otros muchos países, dedica al pago de intereses una gran parte de sus ingresos. Cosa que no cesa en ensancharse debido al déficit presupuestario anual continuo. Avisa el señor Bayrou que -excepto el ministerio de defensa- el resto tendrá que reducir sus gastos en 2006 lo que supone que sea «Un año en blanco», con menos festivos, menos funcionarios (los que se jubilen no serán renovados, al menos hasta 3000 empleados públicos con plaza) y sin cambios en los salarios ni en los impuestos, así como en las pensiones y demás gastos sociales, hasta que se consiga una reducción de los gastos en un total de 40.000 millones de euros. Congelamiento polar, diría yo.

Estos son los argumentos que los liberales-libertarios del mundo proclaman a todos los vientos, es la clásica por conocida receta de la austeridad en la que el cinturón necesita nuevos agujeros para tanta presión en la cintura y la economía entra en recesión hasta que poco comienza a sacar la cabeza del agua. Las economías no están bien, esto está claro aunque el gobierno nos mienta una vez más diciéndonos que vamos como un cohete. Se observa que los grandes fabricantes están sacando versiones lite para que una mayoría pueda adquirir sus productos después de haber vendido los productos de alta gama y notar un claro descenso en sus ventas. Se puede comprobar en automóviles, ordenadores, etcétera. El aumento de los gastos en defensa van ligados al aumento del crecimiento porque el actual no se sostiene por sí solo, aunque esta medida sea otra artificialidad. La UE va sin rumbo y a los EE.UU. le pasa lo mismo: sus economías han llegado a un punto que requieren una refundación y no más de lo mismo. Hace falta un valiente/a o un suceso que nos obligue a ello, desgraciadamente.

El funcionamiento de las economías desde 1971-73 ha estado basada en el dinero fiat y su motor a propulsión de binomio déficit-deuda que es como el motor de agua, pero casi todos los países están endeudados por encima del 100% de su PIB y ello conlleva el pago de unos buenos intereses. Aunque, como he comentado en otras ocasiones, no es lo mismo deberle dinero al FMI o a terceros países que te van a exigir el cumplimiento que debérselo a la Reserva Federal (en el caso americano) o al Banco Central Europeo (en el caso de países de la UE) porque es como deberle dinero a tus padres. El BCE tiene prohibido el jubileo de la deuda de sus miembros, pero las reglas están para cambiarse, al igual que han permitido déficits inmensos tras la crisis económica y la pandemia a pesar de obligarnos constitucionalmente a reflejar en la misma el mantenimiento del equilibrio fiscal.

Japón ha llegado donde no ha llegado ningún país avanzado con una deuda de 255% de su PIB, sin desempleo, sin inflación o muy poca (incluso deflación), crecimiento cero y con cada vez una esperanza de vida más alta. Japón se debe asímisma (ciudadanos) la deuda pública. Es una situación por diseño y, aunque se advierten peligros y exista el carry trade, sigue siendo una de las primeras cinco economías del mundo. Alemania, rompiendo su estilo económico conservador debido a su gran motor industrial que le permitía crecer sin ayudas, también anunció una elevación de su endeudamiento para hacer frente a los gastos militares y a la amenaza del Este que algún día veremos si era real o era como las armas de destrucción masiva de Irak.

La situación mundial con la economía global planteada -aunque ahora se oigan cantos nacionalistas de nuevo-, el capitalismo financiero estructurado y el consecuente tráfico de capitales, nos han llevado a una economía monetaria que requiere nuevos planteamientos porque hay demasiados juegos de suma cero en marcha y me temo que la inmensa mayoría estamos pagando el déficit de cuatro países muy grandes. Si no se plantea un nuevo Bretton Woods que resuelva el problema de la lucha de monedas de forma justa u equilibrada, veremos una tercera Gran Depresión, tras la del 29 y la del 2008.

Lo bien cierto es que cada vez pagamos más impuestos locales, regionales y estatales y la sanidad tiene menos recursos, hay menos servicios públicos si no son visibles a la ciudadanía y anuncian las mismas medidas cuatro veces sin ejecutarlas nunca. Me temo que el pago de intereses nos está acaparando el gasto y ahoga la prestación de servicios públicos que dedica los fondos europeos para hacernos creer que vamos como un cohete. Ya que el Estado del bienestar está renqueante y no paramos de pagar, ¡quiero saber qué está pasando y hacia dónde vamos!

Una vez más, vemos la disputa entre neoliberales/libertarios partidarios y, los postkeynesianos y alrededores, pero la economía tiene un camino que beneficia a la mayoría sin dejar a nadie en la ruta. Es posible que las corporaciones no ganen tanto, pero siguen ganando mucho porque el mercado tiene más disponibilidad para comprar. Lo que es indiscutible es que los periodos de crecimiento duran menos y las crisis son más frecuentes y los modelos económicos ya no explican el comportamiento de la economía, se requieren modelos dinámicos y dejar la política fuera del diagnóstico técnico que ya le llegará su momento. Para alcanzar un cambio social que nos ayude a surfear el siglo XXI, necesitamos veinte años de prosperidad, otros veinte años como los de los 60s del siglo pasado.

Para finalizar, en 2012 hicimos una reunión sobre la situación económica que se nos venía encima y asistió una profesora de universidad valenciana que estaba haciendo su Erasmus para profesores -que también los hay- y nos comentó que la universidad pública francesa estaba sin recursos, ni siquiera tiza para escribir ni folios para los exámenes. En España se contaban ya con proyectores para las transparencias sobre PC. La deuda y los QEs no resuelven los problemas, sólo los tapan durante un tiempo.

De lo que no cabe ninguna duda es que algo está cambiando y todos -poco a poco- nos vamos percatando de qué va esto y cómo nos han ido pastoreando.

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