Un sistema monetario se establece para cada nivel estado o para la unión de ellos a la que pertenece, por ejemplo, hay un sistema monetario español que en la actualidad es el euro, que es el medio de pago aceptado por todos los miembros de la UE. Al estar integrado en el SME – sistema monetario europeo, las decisiones y especificaciones de este ente superior afecta a todos sus miembros. Por encima está el SMI – sistema monetario internacional, que es un conjunto de entidades que tiene como función principal la coordinación de las relaciones monetarias entre los diferentes países. Estas entidades son necesarias para que puedan haber relaciones económicas internacionales permitiendo realizar transacciones entre ellas en monedas diferentes. Generalmente, el SMI incluye al sistema de pago global y, éste a la vez comprende a las instituciones financieras, redes electrónicas , convenciones y reglas acordadas, para el buen funcionamiento del comercio internacional.
El Sistema Monetario es un sistema mediante el cual un gobierno proporciona dinero a la economía de un país. Los sistemas monetarios modernos suelen estar compuestos por el Tesoro nacional, la Casa de la Moneda, el banco central y los bancos comerciales.
Básicamente, el dinero utilizado ha estado concretado en dinero-mercancía, dinero respaldado por materias primas, como el oro/plata por ejemplo y el dinero fiat o fiduciario (algo diferente al fiat) que está definido por el banco central y una ley gubernamental como de curso legal aunque no tenga valor intrínseco. El dinero fiduciario o fiat, se concretaba en billetes y monedas, pero en la actualidad existe en forma de anotaciones en cuenta (saldos bancarios, compras con tarjeta). La cantidad de billetes y monedas es cada año menor, entre un 2 y un 5% del total de dinero en circulación. Luego esa frase de «Tirar de la máquina de imprimir dinero» es una auténtica metáfora que se utiliza por su claridad para explicar que un gobierno está expandiendo la oferta monetaria.
El dinero es creado principalmente por los bancos comerciales cuando prestan dinero a los clientes. Es decir, mediante el proceso préstamo-depósito creados de la nada, los bancos comerciales crean dinero con el único límite de la obligatoria reserva fraccionaria del 1% en la UE.
El gobierno, mediante el gasto público (pago a funcionarios, alquileres de inmuebles, compras habituales, contrataciones de infraestructuras, etcétera) también crea dinero. El pago de deudas elimina dinero en circulación, luego el proceso básico del dinero en el mercado es una cuestión continua de creación y eliminación.
El llamado multiplicador del dinero, índice por el cual se puede saber el dinero total generado por el sistema de préstamo-depósito, en la práctica no es real, acabando con un dinero en el mercado superior al que el BC puede controlar y el límite obligatorio de depósito en el BC de la reserva fraccionaria.
Al final, la única manera que tienen los gobiernos y los bancos centrales para gestionar la oferta monetaria pasa por fijar las tasas de interés sobre los fondos disponibles para que los bancos comerciales pidan préstamos a corto plazo al banco central para cumplir con su requisito de reserva. Esto limita la cantidad de dinero que los bancos comerciales están dispuestos a prestar y, por lo tanto, a crear, ya que afecta la rentabilidad de los préstamos en un mercado competitivo.
Al contrario, cuando se avecina una recesión económica, los bancos centrales también pueden actuar como prestatarios para impulsar la creación de nuevo dinero; durante los QEs (Flexibilización cuantitativa-Quantitative Easing), la compra de bonos gubernamentales y de títulos respaldados por hipotecas. Estas alteraciones de los tipos de interés oficiales no son fruto de las necesidades del mercado, son artificiales, por lo que acaban afectando a la economía iniciando de nuevo un ciclo de expansión-ajuste-recesión-expansión.
El sistema de precios complementa al sistema monetario estableciendo el sistema de precios relativos permitiendo el cálculo económico y la coordinación monetaria.