
Tanto la Teoría y la Política monetaria exigen un conocimiento de lo que es el dinero, su funcionamiento y su historia, sin él no se puede adquirir una posición clara en el cuerpo teórico, ya que a pesar de que el dinero viene de 4.000 años a. C. todavía su entendimiento en nuestra época se hace necesario y no es nada fácil, aunque no lo parezca por la cotidianidad de su uso.
En la historia del dinero han existido tres monedas que han dominado el uso a nivelo mundial y que ahora llamamos global, son las tres monedas globales de la historia y de los imperios que las soportaron, dejando claro que el dinero requiere la fuerza coercitiva de los estados o no consigue imponerse. Es una cuestión de confianza en el emisor y -a la vez- del miedo que conlleve el ejercicio de su poder. Esos imperios y sus monedas globales son: El Imperio español con su Real de a ocho; el Imperio británico con la libra y los Estados Unidos de América con su dólar. Estas monedas han sido utilizadas en varios continentes y eran utilizados de forma impuesta aunque el Real de a ocho (233,85 gramos de peso y que tenía una pureza en plata del 93%) fue usado por causas mixtas, en parte por obligación y en parte porque cuando los dominios españoles eran conquistados por otros que continuaban con las monedas existentes. La moneda española fue usada en los EEUU porque eran utilizadas en los territorios (California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma, Luisiana, Florida, Alabama, Misisipi y Alaska) y cuando se pierden por la fuerza no tenían una moneda alternativa hasta un tiempo después. el Real de a ocho no sólo circuló por países cercanos como Portugal o Inglaterra, también en China y el caso comentado de EEUU y se han encontrado reales reacuñados en Arabia saudí, Zanzíbar, Sudán o Tailandia. Su vigencia se extendió durante tres siglos y sirvió de modelo para varias otras monedas, como fue el caso del dólar.
Es conocido sobradamente que el dólar y su símbolo es una asimilación de las Columnas de Hércules y el lema «Non plus ultra» que figuraba en el Real de a ocho dando lugar al símbolo del dólar con dos columnas y el lema que forma una «S». Posteriormente fue el Imperio británico quien impuso su moneda en un vasto territorio como en Asia, Oceanía, Norteamérica, por lo general, los países de la Commonwealth concretamente. Para imponer su poder, lo primero que hacían era establecer impuestos pagaderos en libra -uno de los supuestos base de la TMM- y, de ese modo y para conseguir la moneda para el pago de los impuestos, no tenían más remedio que trabajar para el Imperio. Una práctica de libro: trabajar para mí para pagar impuestos y luego -con éstos- me devuelves gran parte de lo que te he pagado. En tercer lugar y con su poder vigente, está el dólar como moneda global. Ha seguido la estrategia comentada de los impuestos para que se establezca como moneda en un territorio y conseguir un rendimiento como estado imperialista y crear más demanda de dólares para el emisor que podía compensarse con mayor emisión/endeudarse sin inflación. Hay países que utilizan el dólar como moneda, algunos voluntariamente y otros por obligación.

Mucha gente ha olvidado que una de las victorias de los EEUU en la Segunda Guerra Mundial fue la imposición del patrón oro, mejor dicho, patrón dólar con equivalencia en oro (Acuerdos de Bretton Woods), lo que hacía necesitar dólares por parte de los países europeos y al emisor la permitía endeudarse de forma gratuita a expensas de otros países. La Francia del general De Gaulle acumuló un gran número de dólares. En 1965, De Gaulle decidió solicitar -como era su derecho- el cambio equivalente de sus dólares (150 millones de dólares) por oro americano, el problema es que los norteamericanos no disponían de esa cantidad en oro y suponía que esa petición sólo sería la primera de otras. EEUU interrumpió el acuerdo de Bretton Woods de 1944 unilateralmente. En 1971, Nixon decidió abandonar el patrón oro y pasar al dinero fiat. En aquel momento, los dólares ya eran seis veces el valor de la cantidad de oro en sus manos. No son los sistemas ni los acuerdos sino nuestra vocación de cumplirlos.
En su famoso discurso de De Gaulle de 1965, el general dejó claro una cuestión monetaria clave en la TMM y que se necesita un valor genérico no controlado por ningún Estado: “El hecho de que muchos países acepten como principio que los dólares sean tan buenos como el oro, conduce a los estadounidenses a endeudarse de forma gratuita a expensas de otros países. Porque lo que EE.UU. debe, lo paga, al menos en parte, con un dinero que solo ellos pueden emitir. Ante las graves consecuencias que se podrían desencadenar en caso de una crisis, creemos que se deben tomar medidas a tiempo para evitarla. Consideramos necesario que el comercio internacional se establezca sobre un patrón monetario indiscutible, y que no lleve la marca de un país en particular. ¿Qué patrón? La verdad es que no se puede imaginar otro patrón que no sea el oro!” En esta última frase, su visión no fue acertada, pero eran los signos de aquellos tiempos…
En la actualidad, China dispone de cantidades ingentes de dólares y de bonos de los EEUU. Se masca la tragedia y la historia nos muestra que si te deben mucho, está en peligro.
Imponer tu moneda siempre ha sido un buen negocio, aunque se tenga que obligar e imponer a la fuerza. Perder la capacidad de emisión de tu propia moneda debe ser vendida a un alto precio, creo que España no hizo eso con el euro. Tras los fondos que recibimos en los primeros años, ya podemos apreciar que vamos a quedar para el turismo y los servicios geriátricos, perdiendo nuestra posición en la industria y la agricultura.