
Zanjemos rápido el tema y pasamos a explicar los detalles: en la UE está prohibido que el BCE compre deuda a los Estados miembros, así que la emisión de deuda pública colocada en el mercado no es emisión monetaria. En países como Argentina o Venezuela sí que se ha hecho y en otros países con moneda soberana como Canadá, Japón, EE.UU., Reino Unido, etcétera, se podría hacer pero tienen el compromiso actual de no hacerlo. Creo conveniente recordar lo que es la emisión de deuda para que todos podamos hablar de lo mismo: cuando un Estado emite deuda (bonos, letras, obligaciones) lo que hace es captar ahorro existente en el mercado. Los compradores entregan dinero que ya circula (depósitos, saldos de fondos, reservas bancarias), y reciben a cambio un activo financiero (el bono). No se ha creado dinero nuevo, solo ha cambiado de manos. Dicho esto, hay que aclarar que cuando el BCE compra masivamente deuda en mercado secundario (QEs) debido a situaciones extraordinarias -como pasó con la pandemia-, existe cierto efecto monetario (creación de reservas bancarias que facilitan la creación de dinero bancario, compra de otros activos financieros), pero es mucho más “filtrado” y controlado que la monetización directa de un Tesoro por parte de su banco central.
Por lo tanto y respecto a los efectos inflacionarios, la cuestión queda así: cuando el Tesoro de un país miembro de emite deuda y la coloca en el mercado, no crea inflación directamente, porque no hay creación de dinero nuevo, solo se canaliza ahorro existente hacia el Estado pero la forma en la que éste gaste esos recursos y de si la economía está cerca o no de su capacidad productiva máxima, podría tener algún efecto inflacionario. No olvidemos que la emisión de deuda detrae dinero del mercado y el Tesoro lo vuelve a introducir mediante el gasto.
El BCE -por ley- no puede financiar directamente a los gobiernos de los países miembro, pero situaciones de emergencia (crisis del ladrillo, pandemia, gran recesión…), el BCE puede realizar compras masivas de bonos en el mercado secundario y el mecanismo que se emplea es: los Tesoros emiten deuda y la colocan en el mercado comprándola los bancos, fondos, aseguradoras, particulares, empresas no financieras que usan sus excedentes, bancos centrales extranjeros/fondos soberanos… Si posteriormente el BCE compra esa deuda en el mercado secundario, está inyectando base monetaria en el sistema (paga esos bonos acreditando reservas a los bancos). La liquidez no llega al ciudadano o a la economía real de forma directa, sino al sistema financiero (mercado interbancario). Después, depende de si los bancos expanden crédito o no, aunque lo tienen más fácil para hacerlo todo no depende de su voluntad. Por eso algunos lo ven más como una permuta de activos financieros (bonos por reservas) que como una emisión monetaria clásica. Aun así, desde el punto de vista técnico, sí es expansión de la base monetaria porque aumenta los pasivos del banco central.
No obstante, si el poseedor de los bonos es un fondo o un particular -ninguno de los dos tiene cuenta en el BCE-, la operación se realizaría a través de un banco custodio o intermediario, se abonaría reservas en la cuenta de ese banco en el BCE y, el banco -a su vez- acreditaría la cuenta corriente del fondo con un depósito. Con ese deposito bancario, ya puede comprar acciones, viviendas, etcétera, lo que también puede tener efecto sobre el precio de esos bienes del mercado.
Siempre caben matices, como que cuando hay una situación como la descrita de emergencia, crisis sanitaria, etcétera, nadie está pensando en pedir préstamos para emprender o realizar proyectos vitales. Normalmente esperan que escampen los nubarrones. Por otra parte, se intenta que esos procesos de Expansión o Facilidad cuantitativa se dirijan a la inversión y no a consumo, lo que sí crearía inflación.