Deuda pública, Gasto Fiscal, Modern Monetary Theory - MMT, Política fiscal, Política monetaria

El informe Draghi: como en Amberes y Ámsterdam en el s. XVI y XVII

Los componentes del equipo que ha preparado los diferentes temas que incluye el Informe Draghi o por su nombre: The future of European competitiveness – A competitiveness strategy for Europe report, son de primer nivel y con experiencia sobrada en sus respectivas áreas. Muchas de las conclusiones estaban cantadas y otras son más originales, pero la base del asunto y que supongo lo motiva, es la pérdida de competitividad que ha sufrido Europa en general y la UE en particular en los años que llevamos de siglo. Todos los que hemos trabajado en sectores tecnológicos sabemos que Europa no ha pintado nada en el sector TIC con un simple papel de follower y que en otros sectores como el automovilístico en el que somos o hemos sido una potencia mundial, nos ha adelantado China por izquierda y derecha. Antes de continuar, quiero aclarar que siempre es complicado saber la verdad de las situaciones y pactos existentes. Los mortales sólo sabemos lo que leemos y escuchamos y, si conocemos un sector, nuestra percepción de lo que ha pasado en relación a la UE.

Los proyectos europeos en el sector TIC que hayan acabado en productos son pocos y los exitosos son tendentes a cero. Los millones de euros empleados han sido muchísimos. Para que todo no sea malo, diré que se ha creado cierta cultura de trabajar en proyectos multi equipo y que se ha financiado el salario de ingenieros, físicos, informáticos, biotecnólogos y demás especialidades STEM. Se han creado centros operativos que sólo sirven para hacer demos y reunirse con políticos para hacerse fotos y poco más. Por el camino, se han financiado indirectamente a las compañías aéreas que volaban a Bruselas, Lógicamente, sostener esa miríada de funcionarios que soportan la burocracia europea. Las compañías tecnológicas grandes también se han llevado una buena parte del pastel y las empresas asesoras en el logro de proyectos también han crecido alrededor de los fondos. Por si alguien puede creer que hablo así porque las empresas en las que he trabajado no se llevaban fondos, se equivocan. Lo que pasa es que he visto el vacío que existe tras acabar el proyecto de forma exitosa. Quiero añadir, que sin esos fondos europeos de los programas de I+D+i y sus ramificaciones locales, la investigación, desarrollo e innovación de las empresas hubiera sido infinitamente menor. Hasta aquí la balanza y los elementos de cada platillo. Diagnóstico: el gasto ha sido mucho, pero sin orientación a resultados que lleguen al mercado. Gasto sí, pero para liderar mercados. Por otra parte, la productividad europea es muy baja respecto al resto de líderes mundiales y en los países del sur la productividad es menor todavía. Los costes energéticos están fuera de madre, hay que bajarlos y -como alternativa- bajarlos más todavía.

Soy un claro partidario del mercado, pero si queremos decir que el mercado es la solución para todo, me bajo de ese autobús. Después de cuarenta años trabajando he entrado hasta la cocina de muchas, muchísimas, empresas y he conocido a cantidad de empresarios de mucho mérito, pero que estaban enfocados (y yo también, cuando lo he sido) a lo suyo que es de corto -a lo sumo- medio plazo. Cuando he estado en empresas grandes, también han ido a lo suyo excepto contadas excepciones y que veían los proyectos europeos como una forma de financiación para hacer desarrollos que tendrían que haber financiado ellos de forma estratégica, más que para sacar productos que lideraran los mercados mundiales.

Bien, como resumen, el informe marca unas líneas clave en su propósito para la UE, destacando la necesidad de acelerar la innovación, mejorar la seguridad energética, reducir dependencias externas y financiar inversiones clave para garantizar el crecimiento económico sostenible. Es decir, seguimos igual.

En los sectores tecnológicos se sabe que lo que no venga de los Estados Unidos o de Alemania en algunos temas concreto, no tiene posibilidades auténticas de mercado. De Asia nos viene ya fabricado y con marca americana generalmente, ya veremos el futuro qué nos depara de China con tecnología original de ellos. Ahora con la IA, vemos perfectamente de dónde ha venido y nosotros vamos utilizar esas plataformas para quedarnos sólo con la innovación. Lo que necesitamos es una integración verdadera de los países miembros de la UE o, como alternativa, seguir con la unidad política y comercial y que cada país vuelva a moneda original. Europa siempre ha funcionado mejor tirando cada uno de su carro, lo que pasa es que sólo vemos los beneficios y no lo que hemos tenido que entregar: la industria, la agricultura y la libertad para elegir…

Para ejecutar las recomendaciones del informe, está estimado que necesitaremos entre 750 y 800 mil millones de euros anuales adicionales y así financiar la transición energética, la defensa, la reindustrialización moderna y el liderazgo en tecnologías digitales. Esto deja negro sobre blanco que una nación que emite su propia moneda soberana no puede quebrar y puede emitir inmensas cantidades de dinero, tener déficits y endeudarse, hasta un punto económicamente lógico por lo menos.

Algunas causas de los problemas y las propuestas de solución (cerca de doscientas) reflejadas en el informe son: la fragmentación de los mercados financieros europeos y la baja inversión pública que dificultan los objetivos. Por lo que propone la integración de los mercados de capitales, una autoridad europea de valores y la emisión de eurobonos conjuntos para financiar proyectos estratégicos. Ya veremos si el núcleo duro de la UE lo permite. No obstante, pueden encontrarse con un rechazo social importante. Los europeos queremos un periodo largo de prosperidad en el que vuelva a crecer la productividad porque hemos dejado de preocuparnos por las cuestiones básicas.

Como pasó en Amberes y más tarde en Ámsterdam, el progreso de Europa vino por la integración del mercado financiero a través de las ferias que se celebraban cada trimestre y que más tarde se realizaba en Amberes de forma continua. Allí acudían cambistas, banqueros, deudores y acreedores ejecutando una cámara de compensación que facilitó que el dinero basado en certificados del oro y más tarde de los depósitos consiguiese tal velocidad de circulación que hizo que la economía progresara. Allí nació la primera bolsa y el primer banco central como tal, el descuento de letras de cambio, el préstamo privilegiado, la cámara de compensación en red, la primera sociedad anónima del mundo, la creación de dinero basada en el soporte de los balances que seguían la partida doble, los pagarés, las operaciones de mercado abierto, las transferencias contables inmediatas sin que mediara oro, la reserva fraccionaria, la consolidación del florín holandés como otra moneda global (junto al Real de a ocho español) y algunas más. Todo ello entre el siglo XVI y XVII. Vamos a darle un margen de confianza a Mario Draghi, ellos saben más y conocen toda la verdad, aunque me cuesta creer que lo pongan en práctica.

No sé por qué, pero intuyo que -en caso de implementarlas- los responsables de esas agencias a crear van a ser neerlandeses. ¡Ya verán como sí!

Link para descargarse las diferentes partes del informe Draghi.

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